Comentarios que no ayudan a personas con infertilidad (Segunda Parte)

Hola de nuevo!

Después del parón navideño, he tardado mucho en volver, pero bueno, aquí estoy otra vez! En la última entrada antes de Navidad os empecé a hablar de cosas que nos dice la gente con toda la buena intención para ayudarnos, pero que en realidad, no nos ayudan. También os hablaba solamente de la típica pregunta que se hace en esta sociedad de “¿para cuándo el bebé?” y todo lo que puede conllevar esa pregunta ya no solo en personas que estamos pasando por todo esto. En esta entrada, continúo hablando sobre otros comentarios que tampoco ayudan mucho.

Como dije en la anterior entrada, las cosas que voy a contar no quiere decir que les afecte a todos los que estén pasando por esto, porque afortunadamente hay parejas que lo llevan mejor que otras, pero muchos de los casos que me han llegado desde que escribo este blog piensan cosas parecidas.

Y también repito que si alguien identifica alguna de las cosas  como que me las ha dicho, no se sientan mal, que de verdad que sé que se hace con toda la buena intención o porque simplemente no tenéis por qué saber cómo nos encontramos si no os lo hemos explicado.

• Una de las más dichas es algo así como: “no te obsesiones, mucha gente dice que cuando se relajó se quedó embarazada”. Más o menos son justo esas palabras las que se dicen acompañado de un “le pasó a la prima de mi amiga del vecino del quinto”. Pero no te lo dice una persona ni dos, sino muchísima gente. Por una parte, sí que es verdad que estudios hablan de que realmente existe una conexión entre los pensamientos negativos y el no embarazo, pero como en todas las cosas, si quieres lograr algo, los pensamientos negativos no ayudan. Y como dice Francis, mi psicóloga “no pienses en un elefante rosa”, ¿a que según lo estáis leyendo os imagináis al elefante rosa? Pues esto es igual, nosotras no elegimos estar obsesionadas. Es algo que deseamos y el decirnos a nosotras mismas que no lo pensemos, no hace más que seguir pensándolo. Y no podemos evitar ver a un bebé y pensar en nuestra situación, o al ver a una embarazada o cualquier cosa relacionada con esto. No nos levantamos por la mañana y decimos, “venga, hoy me apetece estar obsesionada porque no consigo quedarme embarazada”. No. Estoy de acuerdo en que hay que trabajarlo y pedir ayuda si se necesita como hice yo. Pero a veces hay un problema real, físico, que impide o hace más difícil lograr el embarazo. Que está claro que hay que estar lo mejor posible psicológicamente para ayudar a que todo vaya bien. Pero por otra parte, el que la gente no pare de repetirte que no te obsesiones no hace más que hacerte sentir más culpable todavía por no conseguirlo. Y no es así. Yo ya llevo tres transferencias (ya os contaré) y os aseguro que en el segundo estaba bien, pero en el tercero, mucho mejor, no creo que pueda estar mejor de la cabeza que en ese intento y aún así no funcionó. Así que no basta con relajarse para conseguirlo a veces. Que sí, habrá mil casos en que se consiguió relajándose, pero puede que algo más ayudará a conseguirlo o que cuando se consigue estás tan contenta que se te olvidan otras cosas. Y que por lo menos en mi caso, que alguien me diga que hasta que no deje de obsesionarme no me voy a quedar embarazada, lo único que me hace es daño y sentirme culpable pensando que realmente es mi culpa no conseguir quedarme embarazada, y no es así.
• “Ser madre no es lo más importante del mundo”. Además, curiosamente, todas las que me lo han dicho, son madres. Primero, cada uno da la importancia que quiere a cada cosa, para unos ser padres será lo más importante, para otros conseguir un trabajo, para otros estar bien simplemente, o lo que sea. Y segundo, vale, no es que para mi ser madre sea lo más importante, pero es algo que siempre he querido y no conseguirlo sería horrible para mí. En otra entrada explicaré por qué quiero ser madre. Y si consigo ser madre pues habrá, a parte del bebé, otras cosas importantes en mi vida, como Miguel, mi familia, mis amigos, Lina, mi trabajo si es que lo consigo también, vivir, sin más.
• “Disfruta mientras tanto, que luego en el embarazo se pasa muy mal”. No lo dudo, seguramente haya momentos muy duros durante el embarazo, sin hablar de las mujeres que hayan pasado por estos tratamientos. Aunque no lo haya vivido, lo sé y me lo puedo imaginar, pero ¿sabéis por lo que pasamos las mujeres que estamos en tratamientos? los miedos, las dudas, el tomar decisiones de ir con este tratamiento, con otro, hacer una prueba, esperar, hacerlo ya, el dinero, los pinchazos, la medicación, las esperas interminables, encontrarte mal, sentir que quizá estas maltratando demasiado a tu cuerpo… Sí, está claro que podemos disfrutar de no tener barriga y los problemas o síntomas que pueden ocasionar un embarazo, pero… ¿todo lo demás? Tampoco te queda mucho más tiempo para disfrutar de no estar embarazada. Otra cosa es para la gente que ha decidido no ser madre por ahora, pues en esos casos claro que podrán disfrutar de lo que quieran, pero las que estamos en todo esto… preferiríamos vivir las cosas malas de un embarazo a todo esto.
• “Toma, llévate a mi bebé unas semanas y ya verás cómo se te quitan las ganas de ser madre”. Sí, es que ser madre es un capricho que en los tres años y medio que llevo intentando ser madre no me ha dado tiempo a pensar si realmente quiero ser madre, y seguro que si me llevo a tu bebé dos semanas aunque no pueda dormir ni un minuto, se me quitan las ganas, seguro…
• “Pues yo me quedé sin buscarlo”, “me puse pensando que tardaría un montón y a la primera, no quería que fuese tan pronto”. Enhorabuena…
• “Cuando seas madres lo entenderás”. A lo que podría responder “cuando quieras ser madre y no puedas, lo entenderás”.
• “Ser madre no es tan bonito”. Querer ser madre y no poder, tampoco lo es.
• O escuchar un montón de quejas, de que es horrible que el bebé dependa de ti todo el rato cuando se les da el pecho, que no tienes tiempo para nada, que no puedes dormir, los miedos. No lo dudo, supongo que tiene que ser desesperante y en muchos casos pueda ocasionar problemas como la depresión post-parto. Pero hay momentos en que escuchar esas cosas nos hacen polvo, como por ejemplo cuando te acabas de enterar de que después de un tratamiento no estás embarazada al día siguiente o a los pocos días que te hablen de eso pues… no ayuda. Que no quiero que penséis que soy mala porque no quiero que una amiga me cuente lo mal que lo está pasando con su bebé, o bueno, a lo mejor lo soy, pero hay días que cuestan más que otros. cuando estoy mejor no tengo ningún problema en que me cuenten esas cosas, pero otros días te sientan fatal.

Y una vez dicho todo esto, a lo mejor os preguntáis “¿y qué decimos?” A veces es mejor no decir nada, solo escuchar y mostrar apoyo, no hace falta decir nada. Pero esto no es solo aplicable a estos casos, sino para cualquier persona que tenga un problema, simplemente escucharle, dejarle que se desahogue y apoyarle, darle un abrazo, y ya está. Por lo menos en mi caso, muchas veces no hablo del tema por miedo a las cosas que puedan decir las personas con las que estoy hablando, y lo que busco cuando hablo es eso, hablar, desahogarme y buscar comprensión, y un abrazo o alguna muestra de cariño, y ya está, eso vale más que cualquier palabra.

Bueno, hasta aquí esta entrada un poco larga y quizá algo dura. Si alguien se ha sentido mal leyendo esto, de verdad que no era mi intención. Cuando las cosas no se viven en las propias carnes es difícil entender cómo se siente la otra persona y es difícil saber cómo ayudar o qué decir, así que nadie tiene la culpa de nada en este sentido.

Hasta la próxima!